
Como dije antes, el domingo fue un día de lluvia, pero no un día perdido; nos permitió llevar a Nicky y a Eduardo al despegue de “tanques” ya que no habían tenido la oportunidad de ver esta opción de despegue que automáticamente se convertiría en el despegue oficial del campeonato; el de la vía a la Tulia presentaba características buenas, como la cercanía a Roldanillo (a solo 25 minutos), por la topografía al oeste de este permite el despegue hasta un poco mas tarde. Desafortunadamente era demasiado pequeño para el número de pilotos que harían parte del campeonato, y la falta de viento hacía que no fuera ágil la operación de despegue. No se perdió el trabajo en este sitio, resulto ser un excelente despegue para las cometas, y será un buen sitio para el vuelo casual que cualquier piloto quiera hacer en el futuro, o campeonatos mas pequeños.
Primer día de vuelo
Subimos al despegue de tanques, reunión de comité de pilotos, Denis nos aconseja que nos dividamos los días, somos tres pilotos en el comité, Flori, Vallejo y Yo, la propuesta es que el primer día uno de los pilotos de comité proponga la prueba del día y los otros dos pilotos hacen correcciones y ajustes para diseñar una buena manga, este día le corresponde a Vallejo. Después de los ajustes del caso se define una carrera a gol; desde el despegue tendremos a Ricaurte como start point kilómetros, después será el propio Ricaurte la primer baliza con 400 de radio, luego Zarzal y gol en Tuluá, para un total de 66,7 kilómetros.

La ventana se abre a alas 11:00 y el start point abrirá una hora después. Hoy es día impar, maravilloso, giraremos hacia la izquierda, me dispongo a despegar y quedo frío al igual que muchos de los que estamos en el despegue al escuchar por radio como Cesar Abad, en una voz que nunca quisiera escuchar, pide ayuda al haberse estrellado contra el suelo después de un par de plegadas fuertes justo después del despegue, trato de concentrarme de nuevo en lo mío, sabiendo que el grupo de rescate ya lo esta atendiendo, Cesar casi cae al lado de la ambulancia.
Despego y me dirijo hacia la térmica que tenemos a nuestra izquierda, para llegar a ella primero tenemos que resolver el rotor que se genera al sur de la tetica, mucha turbulencia y mucho aguante, pero una vez que la cruzo la terma me dispara hacia arriba, siempre potente, siempre turbulenta, pero siempre efectiva; el techo en Roldanillo no es muy alto a esta hora, rondando los 1950 metros es una sensación maravillosa y a veces extrema tener un carrusel de tantas alas rondando la base nube por mas de media hora cuando ya ha despegado mas del 70% de los pilotos. El viento predominante del noreste hace que cada una de los brazos de la montaña que se extienden hacia el valle formen sus pequeñas y molestas zonas de rotor, siempre en el lado sur de las crestas. Desde el norte del despegue donde me gusta ubicarme para estar lejos de la zona de start, demasiado concurrida para mi gusto, puedo disfrutar de ese espectáculo del que tengo silla de primera fila, este espectáculo nos lo da Roldanillo, estoy feliz de estar aquí, en este momento, con esta gente.
El start se nos hace eterno, faltando 15 minutos ya todos los pilotos estamos en el aire, casi todos estamos cerca a la base nube, el techo ha subido un poco mas para abrirnos espacio, casi pensaría que nosotros lo estamos empujando hacia arriba, todos tratamos de ponernos en posición, estamos en el extremo del start y la tensión llega a su punto máximo hasta que al fin es liberado por la voz de Nicky por radio que nos dice “start is open”, seguido de su traducción al español, salimos como los caballos a los que les abren la puerta en un hipódromo, solo que el primer grupo esta compuesto de unas 50 alas, es la sensación mas hermosa que se puede sentir, tienes alas al frente, a los lados debajo, arriba, por todas partes, a unos pocos metros a cientos de metros, hay alas por todo el cielo y yo no podría estar mas feliz. Salgo de mi estado catatónico y recuerdo que esto es una competencia, bueno por donde ir, vamos directo hacia el sur, la velocidad es bastante buena, llevamos una importante componente de cola que nos permite pasar alto algunos de los primeros brazos de la montaña, llegamos a la zona del despegue de la Tulia, hasta allí llega mi dicha por el día impar, los primeros que giran la primer terma de apoyo lo hacen para la derecha, mierda, yo siempre he sido de centro –izquierda, la derecha me lo pela… decido no girar y sigo unos doscientos mas hacia el sur donde me acomodo en mi terma de izquierda, funciona bien, turbulenta pero efectiva, estoy cerca de la zona de la escuelita, donde pasamos de Roldanillo hacia Bolivar, allí, pensaría yo, todos los que conocemos la zona tenemos claro que queremos llegar lo mas alto posible a la cantera de Bolivar, una zona de termas fuertes y turbulentas, con este viento de noreste si que va a estar fea esa parte, yo personalmente le tengo terror, tomo la mayor altura posible y decido irme por detrás de esa montaña, le tengo mas miedo a la terma que a los rotores de atrás, quienes van por delante de la montaña y llegan a la zona de la cantera y un poco mas allá en la vertiente de la montaña que sube a la antena, me dan razón del por que detesto ir por allí, ala tras ala entra pagando su “peaje”, abatidas descomunales, plegadas fuertes, y yo desde mi posición disfrutando unas ascendencias perfectas por la parte de atrás de la montaña. Logro cruzar a encarar la baliza, los de punta ya se están devolviendo a apoyarse en la montaña de la cantera, el viento de norte ya no nos favorece y las descendencias son fuertes antes de que logren llegar a la zona de ascendencias, todos empiezan a quedar bajos a media ladera, decido hacer la baliza y tomar la línea recta por el valle, no me gusta la montaña en esa situación y el valle podría darme sorpresas, el viento noreste a aumentado y el cielo presenta un cirro que ha enfriado las condiciones, vamos con demasiado viento de frente, tanto los que van por la montaña como los que tiramos por el valle, y las ascendencias solo nos derivan hacia el sur haciéndonos perder tiempo, en una de ellas logre remontar 500 metros de donde subí la terma, solo para dejarme 100 metros mas delante de donde la había tomado.
En este momento veo por el rabillo de ojo un ala bajando en una especie de SAT a muchísima velocidad, cerca de la montaña en una zona de fuga, con angustia veo como el ala se acerca cada vez mas al suelo, y el paracas aun no se despliega, faltando unos 50 metros por fin veo salir su reserva, un par de giros da el ala y entra a la montaña, afortunadamente ya con la sustentación del paracaídas, poco después José Mejía reporta que todo anda bien solo un poco enredado. Muchas alas cerca del incidente, y ese mismo tanto de alas dirigiéndose a aterrizar, el día no merecía arriesgar tanto, era muy seguro que la gran mayoría de nosotros no pasaría de esa zona.

Otros pilotos que veían el panorama cerca al suelo muy claro, decidieron ir extremadamente conservadores, tomando mucha altura, entre ellos Jack Browm (Boom 6) que iba en el segundo lote, prefirió subir lo que mas podía y esperar en la montaña a un chance que le permitiera avanzar mas, la espera le dio resultado, el viento del pacífico empezó a entrar y neutralizar un poco el viento de norte, cruza el valle y hace la baliza de Zarzal, se va “exprimiendo” cada ascendencia que queda bajo un manto estratificado que acaba de frenar la actividad en el valle, y con lo último de su vuelo queda a dos kilómetros del gol en Tuluá, el único piloto que se acerca es Henry Alcazar (Mercury), pasando la baliza en Zarzal y quedando a 6 kilómetros de Brown. El gran grupo queda entre el kilómetro 27 y el 30 lo que le da al vuelo de Jack el mérito a la paciencia y a la correcta toma de decisiones, al principio corriendo y después asegurando, teniendo una acertada toma de decisiones. Cuando se corre, hay momentos en los que se debe aprender cuando ir más lento.
Queda el sinsabor de no tener ningún piloto en gol, pero al fin hemos empezado esta fiesta, ya veremos como siguen los días
1. Jack Brown- Boomerang 6
2. Henry Alcazar – Mercury 08
3. Hecto “Flori” Vasquez – Tracer proto
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